lunes, 30 de marzo de 2015

12 de junio de 2014 / Sesión Ordinaria Nro. 5 / Conmemoración Soberanía de Malvinas

Tenemos como costumbre, que es también una idea de este cuerpo deliberativo, de poder traer a la memoria y recuperar diferentes hechos históricos que no están tan lejos de nuestra vida contemporánea y que de alguna manera nos marcan y nos siguen marcando todavía. El 10 de Junio pasado se cumplió un aniversario más de la designación del gobernador de las Islas Malvinas, Luis Vernet. En ese hecho se demostró la voluntad clara y concreta del ejercicio pleno de la soberanía de nuestro país, ya liberado de todo yugo colonial. Ese 10 de  Junio de 1829 el gobierno de la provincia de Buenos Aires designa a Luis Vernet justificando así la posesión del lugar como parte del territorio argentino, que se heredaba de las posesiones que en su momento tenía España. Hay que recordar que ya éramos un país, una nación soberana, y que ya no existía ninguna manifestación de colonialismo en el continente porque tres años antes, en 1826, ya había sucedido la batalla de Ayacucho, comandada por el Mariscal Sucre. Por lo tanto esa nación nueva, que era nuestra Argentina, empezaba a ejercer plenamente todo su derecho soberano sobre toda la extensión de su territorio que había heredado en ese momento.
Quiero recordar un informe que reivindica la soberanía de nuestras Islas Malvinas. Tal reivindicación tiene asidero absolutamente en todos los niveles jurídicos, históricos y políticos. Se trata de un trabajo muy interesante de la Academia Nacional de Historia, en el cual define claramente nuestros antecedentes históricos, recoge cuáles fueron los fundamentos para designar a Vernet ese 10 de Junio de 1829 como gobernador de nuestras islas, dice: “hallándose justificada aquella posesión por el derecho del primer ocupante, por el consentimiento de las principales potencias marítimas de Europa, por las adyacencias de estas islas al continente que formaba el Virreinato de Buenos Aires, de cuyo gobierno dependían. Por esta razón habiendo entrado el gobierno de la República en la sucesión de todos los derechos que tenía sobre esta provincia la antigua metrópolis y de que gozaban sus virreyes, ha seguido ejerciendo actos de dominio en dichas Islas sus puertos y costas”. Con estos fundamentos se designa a Vernet. Pero unos años después una fragata militar inglesa llamada “Clio” el 3 de enero de 1833, si no me equivoco, de manera unilateral, con el único argumento de la fuerza desalojan y despojan de la posesión a los legítimos ocupantes, a los legítimos gobernantes de las Islas y comienzan ese ejercicio de usurpación, aprovechándose de una República que estaba en nacimiento. Nótese que el único argumento que tiene el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte es la fuerza. Y viene bien recordar todo esto y hacer alguna mención a nuestros títulos que avalan nuestra posesión legítima. Porque jamás la Argentina renegó de esas posiciones ni tampoco aceptó esa usurpación. Y gracias a eso en los años subsiguientes se obtuvo una gran victoria diplomática y todos los años se tiene una gran victoria diplomática. En 1.965 se vota la resolución en Naciones Unidas que reconoce un conflicto por la soberanía de Malvinas y no se le reconoce autodeterminación a los ocupantes actuales. Constantemente todas las Repúblicas libres continúan apoyando el reclamo justo y soberano de nuestras Islas Malvinas. Hace poco se conmemoró la guerra de Malvinas donde muchos argentinos murieron dando la vida por esa causa, y que nos trae a Malvinas un poco más acá. Ya no es la usurpación de 1833, ya no son las negociaciones que hubo con el Reino Unido reconociendo la soberanía a la Argentina; sino que también tenemos un hecho histórico que desafortunadamente fue llevado adelante en condiciones que solamente tenían y procuraban intereses políticos y económicos para justificar un gobierno dictatorial. Pero esos soldados que fueron, pelearon, murieron y los que sobrevivieron y los que tuvieron que sobrevivir mucho después de la guerra, son héroes de la Nación. Y hoy esta ese reconocimiento porque además esa lucha tampoco mancha ni disminuye ni afecta en absoluto los títulos justos que tiene la Argentina sobre Malvinas. La guerra no lo afecta, la comunidad internacional sigue reconociendo permanentemente nuestros derechos. De la misma manera que se perdió la guerra militarmente, todos los días, años tras años, en cada resolución de las Naciones Unidas la Argentina vuelve a ganar una batalla diplomática que sin dudas va a tener como destino la definitiva recuperación de parte de nuestro suelo patrio. Ese recuerdo entonces y nuestro reconocimiento pleno, absoluto y permanente a nuestros soldados que pelearon en esa guerra.
 De paso también hoy, porque justamente también hoy, 12 de Junio, se recuerda, hoy también una historia de lucha. Un día como hoy de 1956 se fusilaba al General Valle. El fusilamiento de Valle es uno de los episodios más sangriento y terrible de nuestra historia pero no el único. En ese momento se había depuesto el gobierno del General Perón, también con bombardeos y muertes. Y el General Valle y el General Tanco, los dos leales a la segunda gran experiencia democrática de la Argentina (la primera la de Irigoyen que incorpora a la clase media y a los grandes sectores que excluidos por aquella generación conservadora, aristocrática y oligárquica) y segunda gran incorporación de derechos y de participación no solamente en el voto, que también se vio reflejado en el voto femenino, sino también en los derechos sociales, en la participación obrera que alcanza el 50% del producto bruto interno. Toda esa gran experiencia democrática que empezó en 1.945, termina con estos fusilamientos sin juicios previos. La revolución de ese momento encabezada por Valle y encabezada por Tanco, la inician porque se mantiene fieles a las instituciones democráticas y al gobierno destituido. La llevan adelante obreros, lo llevan adelante jóvenes, y militares. Ese día el dictador Aramburu se había tomado unas vacaciones. Había delegado al Almirante Isaac Rojas todo el operativo.  A través de las fuerzas de inteligencia detectan esta insurrección y no la frenan, deja que suceda, dejan que suceda porque querían fusilar, querían matar, por eso nosotros no reconocemos la revolución como libertadora sino como fusiladora. Fusilan a obreros el 9, el 10, el 11y el 11 fusilan en Campo de Mayo. A mí me gusta decir el nombre de la gente que es fusilada porque es una reivindicación. En Campo de Mayo se fusila a Córtinez, Ibazeta, Cano, Caro, Videla y Noriega, pero fueron los únicos de los fusilados, de todos los fusilados que hubo, fueron los únicos que fueron sometidos a un juicio. Y el juicio no los declara culpable, o por lo menos no ordena el fusilamiento. Sin embargo, el ministro de ese 10 de Junio, el Ministro Osorio Arana, cita al militar que tenía a cargo el fusilamiento y le dice que hay que fusilarlos igual. La orden es fusilar, pero tenemos la orden judicial que dice que no hay que fusilar, bueno la orden es fusilar. La mujer de Ibazeta, Susana Ibazeta y los 5 hijos van a la Residencia de Olivos para solicitarle al Presidente Aramburu que no fusile a su marido y a quienes estaban ahí y cuál fue la respuesta: “El Presidente duerme”. El 12, al ver tantos fusilamientos el 12 de Junio, un día como hoy, el General Valle siente la responsabilidad y se entrega. Se entrega. El estaba en la clandestinidad y la decisión fue: fusílenlo sin juicio previo ni absolutamente nada. Yo quiero recordar algunas de las palabras de Valle ese día, cuando le notifican que efectivamente va a ser fusilado a pesar de que su hija y su mujer pedían clemencia por él. Y recuerdo a Dorrego que tampoco quiso ser escuchado por Lavalle, cuando Lavalle ordena su fusilamiento. Dorrego le dice, yo quiero hablar con Lavalle, se lo pide a Viamonte y “la espada sin cabeza” (así llamaban a Lavalle) le niega ese parlamento antes de morir. Y qué dice Valle, nada diferente a lo que dijo Dorrego en esa época: “Dentro de pocas horas usted -le dice a Aramburu- tendrá la satisfacción de haberme asesinado. Debo mi palabra la declaración fidedigna de los acontecimientos. Declaro que un grupo de marinos y militares, movidos por ustedes mismos, son los únicos responsables de lo acaecido. Para liquidar opositores les pareció digno inducirnos al levantamiento y sacrificarnos luego fríamente. Nos faltó astucia o perversidad para adivinar la treta. Con fusilarme a mí bastaba. Pero no, ha querido usted escarmentar al pueblo. Entre mi suerte y la de ustedes me quedo con la mía. Mi esposa y mi hija a través de sus lágrimas, verán en mí un idealista sacrificado por la causa del pueblo. La mujer de ustedes, hasta ellas, verán asomárseles por los ojos sus almas de asesinos. Y si les sonríen y los besan será para disimular el terror que les causan. No defendemos la causa de ningún hombre ni de ningún partido. Defendemos al pueblo, al que ustedes le están imponiendo el libertinaje de una minoría oligárquica en pugna con la verdadera libertad de la mayoría y un liberalismo rancio y laico en contra de las tradiciones cristianas de nuestro País. Todo el mundo sabe que la crueldad en los castigos la dicta el odio, solo el odio de clase o el miedo. Como tienen ustedes los días contados, para librarse del propio terror, siembran terror. Nadie podrá ser embaucado por el cúmulo de mentiras contradictorias y ridículas con que el gobierno trata de cohonestar esta ola de matanzas y lavarse las manos sucias de sangre. Ruego a Dios que mi sangre sirva para unir a los argentinos ¡Viva la Patria! Juan José Valle (General de División Buenos Aires 12 de Junio de 1.956)”  Pero el presidente Aramburu duerme, no oye y lo fusila.
Un diputado peronista, José Gobelló, preso por el gobierno militar recuerda ese “El Presidente Duerme” y escribe unos versos que el maestro Norberto Galasso, cita en su gran Historia de la Argentina que recomiendo con fervor. Dice:
      
“El llanto se desata frente a las altas botas.
-calle, mujer, no sea que el llanto lo despierte
-solo vengo a pedirle la vida de mi esposo….
-El Presidente duerme…
Tras las bocas mudas laten hondos clamores.
-¡Cumplan con su deber y que ninguno tiemble
De frio ni de miedo!...¿En una alcoba tibia
El Presidente duerme!...
-¿oh callen, callen todos!
Callen los estadistas, los prelados, los jueces.
El Pueblo ensangrentado se traga las palabras
Y el Presidente duerme.
El Pueblo yace mudo como un ajusticiado
Pero bajo el silencio, nuevos rencores crecen.
Hay ojos desvelados que acechaban en la sombra
¡Y el Presidente duerme!

La Historia de Malvinas, Dorrego y Valle es la Historia de nuestro pueblo, y es una sola. Muchas gracias.

Concejal Sergio Carciofi, sesión ordinaria del día 12 de junio de 2015

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