sábado, 23 de mayo de 2015

22 de mayo 2014 / Sesión Ordinaria Nro. 4 / Homenaje a la Revolución de Mayo

El Cabildo Abierto Juan Manuel Blanes (1830 - 1901)
Hoy 22 de Mayo quiero partir de una cita del historiador Norberto Galasso: “La historia es política pasada y la política la historia del presente”. Porque los procesos históricos son frutos de ejercicios políticos del pasado y nuestra política es la historia que estamos forjando para el futuro.
En un día como hoy me gustaría hacer una reflexión sobre ese 22 de Mayo y la importancia trascendente que tuvo, tiene y tendrá. Me gustaría recordar algunos hechos históricos y repasarlos rápidamente hasta llegar a ese 22 de Mayo y cuáles fueron las razones del alcance histórico que justifica hoy la conmemoración que hacemos.
El 14 de mayo de 1810 llega a Buenos Aires un buque Inglés y trae la noticia definitiva de que la Junta Central de Sevilla se disolvió. En realidad no se disolvió por voluntad propia. La Junta Central de Sevilla quería capitular ante Napoleón pero el pueblo español no se lo dejo. Y, como consecuencia, sacaron corriendo a sus integrantes y la disolvieron. Muchos de esos integrantes se escaparon a refugiarse en buques Ingleses y hasta el presidente de la Junta fue linchado y casi muerto. Esta noticia, cuando llega al Río de la Plata, a Montevideo después a Buenos Aires, se extiende de boca en boca, se exagera un poco, los impresos proclaman y  exaltan las opiniones, pero nada se dice, y esto es muy importante, de que en la Isla de León en España se había establecido un consejo de regencia que reemplazaba como autoridad a esa Junta Central disuelta. Entonces: ¿Por qué se hizo la Revolución de Mayo?, ¿cuál era la razón, la justificación? ¿Por qué destituimos a un Virrey?  La Revolución se hizo porque se creyó que no había ninguna autoridad central en la península. Hacía rato Fernando VII había sido encarcelado y obligado a renunciar a la corona de España y, al no existir autoridad central, dejaba de existir todo tipo de autoridad también en el Cabildo. Cuando se enteraron de la existencia de esta Junta, después del 2 de junio, ya era demasiado tarde porque la Revolución ya había arrancado.
 Ahora bien, ¿qué paso? Cuando se enteran de la existencia de la Junta se organizan dos sectores bien definidos del futuro gobierno patrio: por un lado el partido criollo, integrado por el pueblo y por las milicias comandadas por Saavedra y, por otro lado, los intelectuales carlotistas, afectos a la reina Carlota Joaquina que representaba en ese momento la posibilidad real de independencia, de la mano de Vieytes, Rodríguez Peña, Paso y algunos sarracenos de Álzaga como Larrea, Mateu y después Mariano Moreno. El 18 de Mayo, en dos casas, se reúnen estos nuevos sectores. Son dos sectores muy diferenciados: el partido criollo quería derrocar al Virrey porque no quería obedecer a las juntas integradas por afrancesados y aportuguesados (gente que no representaba la natividad, la localía). Los criollos estaban integrados por muchos nativos y había mucha fuerza en ese pueblo nativo. Buscaban refugiarse junto con las milicias en el Rey depuesto porque representaba la posibilidad de no obedecer a ninguna junta que se organice con esta gente aristócrata, afrancesada, como decían ellos, o bien gente que nada tenía que ver con el pueblo del Río de la Plata en ese momento.  Por otro lado los intelectuales (no Castelli y Belgrano, que ese día no estaban, llegaron a Buenos Aires el 19 a la mañana) querían poder participar de un gobierno revolucionario que le de la independencia de España, pero tenían el temor de que el pueblo con sus milicias tomé acción propia y los deje afuera. Su popósito, en principio, era controlar y dejar afuera al pueblo y a las milicias de entonces.
Los Criollos se reúnen en la casa de Viamonte. Junto con Chiclana y Díaz Vélez, eran los jefes militares de Saavedra. Acuerdan deponer urgente al virrey, pero Viamonte decide no avanzar si no viene Saavedra, que estaba en la quinta de San Isidro. Llaman a Saavedra y entonces le proponen tomar el cabildo.
 Esa misma noche en la casa de Rodriguez Peña se reúnen los intelectuales. Castelli y Belgrano no estaban, pero si  todos los demás. Deciden llamar a Castelli y a Belgrano para que vengan urgente para no permitir que el partido Criollo tome el poder y los deje a fuera. Al otro día Castelli y Belgrano llegan urgentemente, ¿y qué hacen? Deciden impedir la eclosión popular, ¿y cómo la impiden?, convocando a un Cabildo Abierto, a una reunión de vecinos, ahí nace el 22 de Mayo de 1810.
Una estrategia política, jurídica, de los dos cerebros de ese día que fueron Castelli y Belgrano. Pero desprovista de la manifestación del pueblo en su más visceral expresión que hubiera expulsado directamente al Virrey. El 20 de Mayo llega Saavedra, pero cuando llega ya había sido apalabrado por Castelli y Belgrano y acepta armar un cabildo abierto. La idea fue tratar de calmar a la multitud y que no avancen. Ese mismo día el Virrey llama a sus colaboradores y sobre todo porque confiaba en Saavedra que era su jefe Militar, y le pide apoyo y le dice no podemos hacer este Cabildo, ¿y qué le Contesta Saavedra? Saavedra le contesta: “señor Virrey el que le dio la Autoridad a Vuestra Excelencia para mandarnos ya no existe, de consiguiente, tampoco Vuestra Excelencia la tiene, así que no cuente con las fuerzas a mi mando”. Así lo escribe Saavedra en sus memorias. El virrey Cisneros lo cuenta de otra manera un poco más amable pero el hecho concreto es que Saavedra le quita el apoyo militar y a Cisneros no le queda otra que convocar y aceptar el Cabildo Abierto.
El Cabildo Abierto se convoca para el día 22, pero el 21 el pueblo se empiezan a movilizar a la plaza, junto con militares del regimiento de Patricios y demás, y se distribuyen cintas blanca junto con el retrato de Fernando VII.
¿Por qué el retrato de Fernando VII? El Retrato de Fernando VII representaba la posibilidad concreta de expulsar al absolutismo. Los criollos querían al Rey porque no querían las juntas aristocráticas absolutas de Napoleón. De la misma manera que el pueblo criollo se movilizó  detrás la máscara de Fernando también así lo hizo el pueblo español formando muchísimas juntas populares en nombre de Fernando VII para así evitar las juntas absolutistas pro napoleónicas.
El 25 de mayo los Patricios distribuyeron cintas azules y rojas. Algunos dicen que la roja era porque estaban dispuestos a dar la vida y el azul representaba el compromiso. Pero la verdad es que se repartió cintas blancas (no celestes y blancas) porque el blanco es el color argentino de la heráldica.
Mientras sucede todo esto el virrey, ante la falta del apoyo militar de sus generales y la movilización popular, decide convocar al cabildo. Pero dice, no voy a convocar a todos, voy a convocar algunos, a los sectores aristocráticos. Y entonces reparte 450 esquelas invitando a funcionarios, jefes militares, obispos, canónicos, profesores de derecho y medicina, a los alcaldes de barrios, comerciantes y propietarios principales. Se imprimieron 600 y se distribuyeron 450 y se anotaron, y se supo que asistieron 251. Algunos no fueron ese 22 de mayo porque lloviznaba como hoy. Lo sabemos no solamente por las crónicas de la época sino también por las excusas de los que fueron invitados, como Pedro Díaz de Vivar que dijo no haber podido ir porque llovía. Efectivamente ese día martes 22 de mayo de 1810 llovió como llueve hoy.
Ese 22 de mayo organizan la reunión en el balcón que da al frente del Cabildo, lo cierran con lonas. El virrey Cisneros se pone en una punta junto con todos sus colaboradores y todos los demás se van sentando en algunos bancos que fueron pidiendo a las Iglesias de alrededor. Belgrano cuenta que había una porción de hombres que estaban preparados abajo, para que, a la señal de un pañuelo blanco, procedan a atacar a los que quisiesen violentarlos y tomar el cabildo o evitar cualquier resultado diferente. Estos se hacían llamar “La legión infernal”, integrada por Guido, French y Beruti.
Ese día el Pueblo quedo afuera, el mismo regimiento de Patricios se ocupó de cercar la zona y dejar acceder a determinadas personas. El pueblo criollo ese día no pudo entrar, pero estaba esperando el resultado. El debate fue interesante y quiero resaltar lo que dijo el obispo: “un solo vocal de la Junta es suficiente para reconocerle soberanía a España, si queda un solo vocal dando vueltas por España y se viene a Buenos Aires, bueno ese vocal representa a la soberanía y nosotros tenemos que respetar a España”. Castelli, que fue el orador de los revolucionarios, le dice que del poder debe subrogarse la otra autoridad a la cual hablaba el Virrey, que ya no puede ser la autoridad, que dependerá de si la Metrópolis se salva de los Franceses o, si no se salva, esa autoridad se transforma en independiente. El abogado del virrey dice: “perfecto, estoy de acuerdo con Castelli pero los vecinos de Buenos Aires solos no pueden resolver lo que compete a todo el Virreinato entero porque estamos en Buenos Aires, pero el Virreinato del Rio de la Plata tiene amplias extensiones y lugares que hay que preguntarles”. ¿Qué hace el abogado? plantea una situación de incompetencia, acá la cuestión se complica desde el punto de vista jurídico y también se complica la estrategia del partido de los intelectuales. Esto es, se complica resolver la situación en ese momento como lo habían pretendido Castelli y Belgrano, que pensaron en dejar afuera al pueblo y resolverlo jurídicamente porque ellos que son los que saben. Pero sabía más el abogado del Rey. Entonces lo miran a Paso y le piden que los salve de esta, ¡sálvanos de este mal paso! Paso se levanta y sin saber qué decir, se le ocurre lo siguiente: mire no siempre se necesita mandatos expresos para fijar mandatos ajenos, entonces ante una situación de hechos hay que responder con una gestión de negocios ajenos, con lo cual podemos suponer que todo lo demás, todas la demás zonas del virreinato estaban en una situación como la nuestra y ante la emergencia hay que actuar. Esa solución legal, la gestión de negocios, salió ese día y finalmente fue lo que logró la votación que depuso al virrey. No solamente se depuso al virrey del poder del Cabildo, sino que además se subrogo la autoridad en el Cabildo y se votó a favor por 88 votos para que el Cabildo designe una junta de gobierno. Mitre cuenta que el reloj del Cabildo toco la ultima hora de dominación española el día 22 de Mayo de 1810, una figura literaria porque ese día no había reloj en el Cabildo y la dominación española duro tres días más, hasta el viernes 25 de Mayo.
Después ya todos sabemos lo que pasó. Y quiero volver a la reflexión inicial porque la historia nos cuenta que la Revolución de Mayo ese día 22 depuso al virrey. Que la revolución la hizo gente decente, gente acaudalada que quería romper el cerco comercial de los españoles, los que pedían por aquella representación de los hacendados de Belgrano que reclamaba el libre comercio, que gracias a la protección inglesa y el apoyo de Lord Strangfort, en principio, y después de Canning fue lo que hizo lograr esa revolución. Que las condiciones que generaron aquellos intelectuales ilustrados que estudiaron y supieron volcar las nuevas creencia de la nueva república dentro de los espacios y terrenos de la colonia española fue lo que logró la revolución. Pero esta es la interpretación que nos quieren hacer creer en la historia política y también muchas veces nos quieren hacer creer en la política actual, que las cosas las hacen los ilustrados. Rosas en su momento hizo una gran contribución rechazando la propuesta de Esteban Echeverría, de la generación del 37, que le proponía a Rosas que controle al pueblo y que ellos, los que saben y quienes estudiaron, se ocuparían de gobernar, como la república ideal de los griegos: los filósofos gobiernan y los ciudadanos controlan a los esclavos y producen.
Pero no es así, hay que resaltar esas situaciones porque la historia se va repitiendo muchas veces, como decía Marx, primero como tragedia y después como farsa. El pueblo criollo en ese momento hizo la revolución con fotos de Fernando VII y apoyando a Fernando VII porque era la manera de evitar todas las Juntas y todas las estrategias que podían imponer el absolutismo. El pueblo buscaba la democratización en ese momento de una situación general de guerra que los sometía. Y lo hizo también alineado con los mismos intereses del pueblo español. Es decir fue una revolución democrática. San Martín vino a apoyar esa revolución democrática, y se apoyó en el pueblo criollo, que no querían más afrancesados. Vino alineado con las ideas mismas de Bolívar. Y los carlotistas, Castelli, Belgrano, todos ellos terminaron por aceptar la máscara de Fernando porque se dieron cuenta de que la estrategia popular era la que nos iba a salvar, el pueblo criollo y las milicias en ese momento fueron el sostén concreto y posible que hizo que un día como hoy, un martes 22 de mayo de 1810 por primera vez el virrey sea depuesto.
Para finalizar con una nota de color, y para ilustrar cómo se había definido popularmente la Revolución de Mayo y demostrar que todo lo que dije es consecuencia de lo que voy a leer ahora que es una fuente directa, una carta del 20 de mayo de 1810 escrita a la una de la noche que cuenta lo que pasó de la siguiente manera: “te escribo porque acá quieren deponer al Virrey  y además se me olvidaba decirte que en la cancha de Sopoca hubo esta mañana otro sanquintín entre arribeños y vizcaínos. Se jugaba un partido de pelota muy interesado en que se habían desafiado al largo los paisanos el Blandengue, Cabecitas y Falucho, contra los vizcaínos Manopla, el Toro y Narigueta (es decir los Criollos contra los Monárquicos. El partido de pelota se jugaba con la mano, era como el tenis pero se le pegaba con la mano y era muy popular). Cuando el partido estaba dudoso y pendiente de un tanto más, el diablo del Blandengue agarró la pelota y de una volea la echó al otro extremo de la vereda de enfrente, y como atravesó la pared de la cancha, Manopla se quedó mirando sin poder arrestrarla, con lo que se armó una disputa acalorada sobre si el partido estaba ganado o perdido por los paisanos. Los arribeños, las castas y muchos Patricios del 3º Regimiento, que allí estaban, tomaron la cosa por suya en favor de los paisanos; y de las disputas a los trompis y a los cuchillos no hubo gran trecho que digamos. Hubo heridos y estropeados, pero los nuestros, al grito de ¡viva la patria! quedaron dueños de la cancha”
Como ven el pueblo criollo ya estaba jugando su partida en todos los terrenos, también en el partido de pelota, por la independencia definitiva de los españoles.
Muchas Gracias.

Sergio Carciofi, concejal FPV-PJ

2 comentarios:

  1. IMPECABLE !!! Un placer poder disfrutar en cada Sesion de sus magistrales explicaciones de los hechos y las relaciones entre ellos, la multiperspectividad y la multicausalidad son fáciles de entender a través de sus palabras.

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    1. Muchas gracias Ana, sos muy generosa con tus comentarios. Abrazo grande.

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